El sábado pasado, 24/9, se cumplieron exactamente 20 años de la salida de uno de los discos más grandes de la historia, de esos que marcan un antes y un después en el mundo de la música y la cultura en general: Nevermind, la obra maestra de Nirvana.
La banda que no era de Seattle como siempre se la identificó. Kurt Cobain vivía en Olympia, Kris Novoselic era de Tacoma y solo Dave Grohl vivió en Seattle, pero varios meses después de convivir con Kurt durmiendo en su sillón.
Tenían contrato con el sello independiente Sub-Pop. Después de editar su disco debut Bleach en 1989, motivados ya por ese entonces con el reconocimiento que fueron logrando con sus primeras presentaciones, se predisponen a grabar el sucesor en abril de 1990. Lo hacen en los Smart Studios bajo la producción de Butch Vig. Comienzan a circular algunos demos del trabajo en esos estudios y generan interés en algunos sellos mayores. Esto sumado a la insatisfacción que sentían por el trato y por las limitaciones, no solo económicas si no también de estilo, porque Sub-Pop pretendía que sus bandas tuvieran determinado sonido, hacen que los Nirvana pensaran en pasar a un sello importante, que les diese recursos y donde puedan trabajar más libremente. Para esto fue importante la amistad que mantenían con sus admirados Sonic Youth, los cuales acababan de editar Goo en DGC Records. Por su consejo terminan fichando en la disquera de David Geffen. Continúan trabajando con Butch Vig, ahora en los estudios Sound City y lo hacen por aproximadamente dos meses. Algunas canciones ya las venían tocando en vivo, formaban parte de su repertorio habitual, y otras fueron creaciones totalmente nuevas.
Anécdota: Kurt solía decir que lo más importante de una canción eran las melodías, que las letras aparecían después. Así fue que cuando entraron a grabar no estaban todas las letras completas, por lo cual Kurt tomaba sus cuadernos y se sentaba por ahí, en algún rincón del estudio a finalizarlas, mientras Grohl y Novoselic esperaban fumándose un pucho o haciendo simplemente nada.
Luego de esto la mezcla del disco corrió por parte de Andy Wallace, a quien la banda eligió entre una lista que les entregó el sello con posibles candidatos para terminar el trabajo, y que venía de trabajar con Slayer. Eso les hizo pensar que el disco quedaría mezclado de forma cruda y salvaje, lo cual no fue así y al tiempo Cobain se quejaba de que el álbum sonaba menos denso y mucho más audible para la mayoría de lo que ellos querían.
A la hora de ponerle nombre al disco, luego de contemplar varias opciones Kurt eligió Nevermind por dos razones en particular: era parte de una frase del tema Smell like teen spirit y además como homenaje a otro gran disco por el cual Kurt sentía mucho cariño, Nevermind the bollocks de los únicos Sex Pistols.
Todos conocemos la tapa del bebe nadando el busca del dólar colgado de un anzuelo. No era la idea original, Kurt había propuesto debido a su fascinación por los genitales femeninos y porque había visto en t.v. un documental sobre partos en el agua, que fuera la imagen de un bebe apenas asomando la cabeza de la vagina de la madre. El sello consideró que era muy caro comprar los derechos de esas imágenes así que se adoptó la que finalmente conocemos.
Cuando salió Nevermind a la venta Nirvana volvía de girar por Europa con Sonic Youth. Kurt llegó a su casa de Olympia y vio a sus cosas en cajas y en la puerta. Lo habían desalojado. Al momento del lanzamiento de lo que sería su disco más exitoso y uno de los más importantes de la historia, el líder, vocalista y principal compositor de la banda vivía literalmente en su coche o pasaba las noches con amigos.
El sello, DGC, no les tenía fe: la tirada inicial fue de solo 40.000 copias. Se quedaron cortísimos, el disco fue creciendo boca a boca y a los 3 meses ya vendía de a cientos de miles.
Algo importante fue la difusión del video de Smells like teen spirit, el cual durante su filmación despertó varios enojos. Primero de Kurt porque no le prestaban atención a sus sugerencias y luego del director porque no podía calmar a los fans que participaron del mismo, ya que la idea era que empiecen tranquilos, se vayan despertando y exploten al final, pero los chicos estaban exaltadísimos desde el principio.
Luego del lanzamiento de Nevermind tocaron muchísimo, metiendo 75 conciertos en 4 meses. El disco crecía y crecía, a pesar del abandono que hizo Cobain de la banda después de esta seguidilla de recitales, mudándose a Los Ángeles con Courtney Love y más preocupado por su hija Frances Bean y por su pasión por la pintura que por el futuro de Nirvana.
No quería salir de gira a pesar de las ofertas millonarias que tenían. Novoselic y Grohl lo fueron a visitar en su aislamiento y salieron de la reunión sabiendo que la banda ya no tenía rumbo. Aunque lo tuvo, al menos por un año y algo más, con la salida de In Utero, el unplugged en MTV, la seguidilla de internaciones, recaídas y complicaciones de Kurt y tantas otras cosas más que sucedieron en el mundo de Nirvana, que serán parte de otro capítulo. Es imposible, diría que hasta casi injusto resumir a una banda que marcó tanto la historia de la música y la vida cultural en tan pocas líneas, sobre todo cuando su líder fue alguien como Kurt Cobain, un artista con tantas aristas interesantes para destacar.
El sábado pasado, 17 de septiembre, se cumplieron 20 años de la salida de No More Tears, discazo del hoy abuelito (62) y siempre príncipe de las tinieblas Ozzy Osbourne.No es un disco cualquiera, si no uno de los puntos más altos de su carrera solista. Ozzy, como ya sabemos, después de integrar y ser miembro fundamental de Black Sabbath, la banda que literalmente inventó al género heavy, fue despedido y comenzó junto con la década de los 80’s su carrera en solitario. Con altibajos, claro. Después de 2 discos con el memorable Randy Rhoads en viola y colaborando con las composiciones, a partir de la muerte de este es que también comienza una etapa de incertidumbre, personal y musical, que tendría fin varios años después, luego de algunos discos olvidables, gracias a No More Tears.
Fueron varias las razones que hicieron que Ozzy vuelva con todo en los 90’s. En primer lugar, si bien estaba trabajando con él desde la placa anterior, No Rest for the Wicked, es en No More Tears donde Zakk Wylde demostró que no iba a ser uno más de los guitarristas que entraban y salían si no que iba a quedarse por un largo tiempo, aportando su evidente talento como violero pero también como compositor.
Y si de composición de este álbum hablamos, no es un dato menor, es un hecho fundamental que Ozzy haya ido en busca de la ayuda de su viejo amigo Lemmy Kilmister, quien aporta las letras de 4 canciones. En batería Randy Castillo hizo lo suyo mejor que antes y además colaboró en la composición, en los teclados estuvo John Sinclair y en bajo, una curiosidad, que también sirvió para que el disco fuera exitoso: Bob Daisley fue el bajista durante casi toda la grabación del álbum, pero fue Mike Inez, quien se suma sobre el final de la misma, para reemplazarlo a Bob y quedarse, el que aportó algo fundamental: la línea de bajo del tema que le da título a la placa, No More Tears. Temazo absoluto, 7 minutos y pico de una banda inspiradísima, uno de los pilares del suceso que hizo que Ozzy retomara su posición de Dios del Metal y la ostentara hasta el día de hoy.
Mr. Tinkertrain rompe todo abriendo el disco, luego de unos segundos de una grabación sacada de un corto de Stephen King de 1978, donde unas chicas juegan y preguntan “¿donde esta ella?”. Con Ozzy para su mal, ya que este tema habla de abuso infantil, perdida “compulsiva” de la virginidad y otras atrocidades, en la voz del autor de estos actos criminales. “¿Querés algunos caramelos niñita? Vení un poco más cerca, te voy a mostrar un mundo nuevo esta noche” y “tengo un boleto de ida para llevarte del otro lado, vení sola y no seas tímida”, solo dos frases de este temazo pedófilamente polémico.
Ahora las colaboraciones de Lemmy: sacando el pasable Desire, las otras son importantes. Juntos Ozzy, Zakk Wylde y Lemmy hacen Mama I’m Coming Home, una gran balada, algunos dicen dedicada a Sharon a quien él suele decirle “mamá”. Mmmmh. El mismo trío compuso Hellraiser, tema muy conocido que al año siguiente grabaría Lemmy con Motorhead en una versión algo diferente, ambas, geniales. Y los tres, junto al batero Randy Castillo, harían I don’t want to change the world, otro gran tema, poderoso, ganchero y con una letra que dice “yo no cambiar al mundo, yo no quiero que el mundo me cambié a mi”.
Por si fuera poco con estas canciones, este disco también tiene un par más de baladazas, además de Mama I’m Coming Home, claro. Más sencillas, igualmente poderosas y encantadoras: Road to Nowhere y Time After Time, el complemento ideal para redondear un gran, gran disco.
La juventud sónica. Aunque ya no estén tan jóvenes, ¿por qué es importante esta banda?. Por varias cosas. Es imposible resumir en tan pocas líneas un grupo con una carrera tan larga y prolífica, pero intentaré hacer una especie de Sonic Youth para principiantes.
Sus principales miembros fundadores, también los mayores compositores, dueños de la banda y que hasta el día de hoy forman parte de ella: Thurston Moore en voz y violas varias, Kim Gordon en voz, bajo y viola y Lee Ranaldo en voz y viola.
Comenzaron en 1981. En ese momento, fueron de alguna forma encasillados dentro de la No Wave. ¿Qué era eso? Un movimiento, breve en el tiempo, que se desarrolló en Nueva York a fines de los 70 y principios de los 80, en contraposición de la alegre y colorida New Wave. Sonidos densos, oscuros, distorsión y sobre todo, una total anarquía en cuanto a lo que se creía hasta ese entonces que era la forma de componer y tocar música; es decir, el típico formato canción de estrofa, estribillo, puente y demás. También formaron parte de la corriente del Noise, género hijo del post punk, con características parecidas a las de la No Wave, sumado a esto la búsqueda de nuevas tonalidades para las violas y una cuota de experimentación importante.
En el hardcore punk fue otro lugar donde se acomodaron de alguna forma, era un movimiento en crecimiento en ese tiempo y lugar, EEUU en los tempranos 80’s, pero de éste tomaron más que nada la filosofía de “hazlo tu mismo” (DIY), insertándose en esta movida que estaba generando la aparición de infinidad de sellos independientes y sobre todo un importante circuito under de lugares para tocar.
Más allá de los estilos, ¿cómo sonaban?:Ya desde el nombre se puede ver una de sus influencias, “Sonic” era el apodo de Fred “Sonic” Smith, inolvidable y sacadísimo súper violero de los inolvidables y sacadísimos MC5, posteriormente marido de Patti Smith, otra figura que los influenció así como los Stooges, la Velvet Underground (claro, eran de N.Y) y P.I.L. el proyecto del ex Pistols John Lydon (o Rotten) que inventó el post punk, uno de los géneros que mamaron los Sonic Youth. Todo esto, sumado al talento propio que poseían y conservan. El cual incluye algo que los distinguía: sus ganas de experimentar con los sonidos, de llevarlos un poco más allá, en distorsión, uso de pedales, tonos, tiempos de los temas, estructuras y más. Desde grabar un piano con un cassette en un walkman, hasta usar destornilladores o palillos de batería sobre el traste de la guitarra para arrancarle sonidos nuevos, pasando por preparar especialmente violas para usarlas en un solo tema y tantas cosas más.
30 años, 16 discos de estudio, en los cuales pasaron de una primera etapa, los 80’s, con sus discos más experimentales, publicándolos a través de diversos sellos independientes, a los 90’s, etapa en la que fueron refinando, un poco redondeando más su sonido, además de editar sus trabajos en sellos más importantes. A causa de esto comenzaron a tener repercusión pública, aunque el respeto y la admiración de sus pares se los habían ganado hace rato.
Minimalismo. Palabra clave para empezar a entender de qué la va esta banda, este dúo integrado por el inglés Jamie Hince y la estadounidense Alison Mosshart, más conocida ella por su otra banda, The Dead Weather junto a Jack White, y otras colaboraciones por ejemplo con Primal Scream o Placebo.
Primero la historia. Ambos estaban en otros proyectos, Alison con Discount y Jamie con Scarfo, cuando coincidieron en el mismo hotel. El abajo y ella arriba. Hablo de las habitaciones claro. Ella lo escuchó practicar, le llamó la atención y entablaron amistad. La deuda de hacer algo juntos, se saldó al tiempo, cuando finalizaron con dichas bandas. A partir de ahí, ella residiendo en EEUU, él en Gran Bretaña, comenzaron intercambiando grabaciones vía aérea, lo cual llevaba unos días, pero bueno, hay cosas buenas que requieren paciencia. Hasta que esta se termina, meses después Alison se muda a Londres.
Así nacía en el 2000esta unión musical, que ¿de qué se trata? Minimalismo. Cuando menos es más. Voz, guitarra y una drum machine (caja de ritmos). Algún teclado por ahí, alguna pista disparada por allá. Algo despojado de pretensiones vanas, pero no de inquietudes musicales. Un cóctel de post-punk, garage rock, punk, blues, noise y psicodelia. Influencias, entre las que ellos reconocen y las que se pueden percibir: La Velvet Underground, PJ Harvey, Patti Smith, The Fall y Nick Cave.
Todo esto envuelto en una sensual oscuridad, una seductora suciedad, encarnado este encanto por supuesto en Alison, la que brilla del dúo, por su voz cruza rara entre las mencionadas PJ Harvey y Patti Smith, sumada también Shirley Manson, y su tremenda actitud a la hora de grabar y del vivo. Sin desmerecer claro a Jamie, talento compositor y quien la acompaña también en las voces, la otra mitad fundamental de The Kills.
Low fi. Baja fidelidad. Por eso su decisión de mezclar en 8 canales su primera producción, Keep on your mean side del 2003. Un debut aclamado, que creó muchas expectativas, con temas como Fried my little brains y Fuck the people. En 2005 se vendría No wow, una buena continuación del estilo expuesto en su primera placa. No wow, el tema, y the Good ones, de lo mejor para destacar de un muy buen disco. En 2008 sale Midnight boom, donde ratifican que están por el sendero correcto, con muy buenas piezas como URA fever, Cheap & cheerful y Black baloon.
Finalmente, este año editan Blood Pressures. Un álbum excelente, donde profundizan, refinan y llevan un poquito más allá lo que venían haciendo. Temas indispensables: Satellite, el primer corte, Future starts slow, el segundo, y Baby Says, una donde Alison se vuelve sencillamente irresistible, entre otros. Este es el material que están presentando en la gira que los va a traer a Buenos Aires, al cocoliche inentendible del Personal Fest. Una banda que vale realmente la pena, de lo mejor que surgió en la década pasada y de lo poco que se animan a traer los almaceneros que tenemos por empresarios, en cuanto a bandas vigentes, de calidad y con algo realmente bueno para mostrar.
Lo nuevo de una banda que lleva un largo trecho
recorrido en el mundo del rock, casi 30 años. I’m with you, el 10° disco de unos
muchachos que suelen tomarse su tiempo entre lanzamientos, esta vez pasaron 5
años desde el excesivo Stadium Arcadium del 2006. Periodo este particular y sin
dudas uno de los más definitivos para los muchachos de California. En el medio
hubo un parate de 2 años, debido al agotamiento físico y mental que declaraban
todos, diciendo que desde Californication (1999) no habían parado de girar y
tocar. Ahí aprovecharon para cumplir proyectos personales, Flea se dedicó a
estudiar teoría musical en la
Universidad de Carolina del Sur, el batero Chad Smith grabó y
salió a tocar con su supergrupo Chickenfoot (con los ex Van Halen Sammy Hagar y
Michael Anthony, junto a Joe Satriani!); y el talentoso Frusciante finalizó su
décimo trabajo en solitario.
A partir de la decisión de John Frusciante de alejarse
del grupo que tanto resultado le daba, hastiado por las giras y quizás, por
tocar siempre lo mismo, como dije la carrera de Frusciante como solista es más
que fructífera, Kiedis y compañía se encontraron ante el gran enigma: ¿qué
carajo hacemos?. No contemplaron la alternativa de separarse, no al menos él y
Flea, el par de amigotes que fundaron la banda. ¿Como lo resolvieron? Echando
mano a lo conocido, a lo que tenían cerca, a uno que pensaron bien podría
integrarse a esa familia amorosa que ellos definen como Red Hot Chili Pepperas.
Tamaña responsabilidad recayó entonces en Josh Klinghoffer, amigote, alguien
muy cercano a la banda y que ya venía tocando junto a ellos hacía un tiempo, en
las presentaciones de Stadium Arcadium, ensamblándose muy bien con Frusciante,
a quien nunca pensó iba a reemplazar. Acerca de esto Flea dijo “John es
irremplazable, nadie va a venir acá a hacer lo que él hacía, pero Josh hace lo
que Josh hace y lo hace de una manera hermosa”. Aaaaaay. Tierno.
Con respecto a la composición del álbum, sostienen que
“antes era más toco, listo y me voy” y que ahora las canciones fueron más
pensadas, esto debido también a los nuevos conocimientos incorporados por Flea
en su paso por la universidad. También las diferencias pasan no solo por el
hecho del cambio de violero y de estos estudios de Flea sino también por
experiencias personales, como el viaje que él compartiól junto a Josh con el
grupo África Express, organizado por Damon Albarn, con el cual viajaron por Etiopía
y tocaron e improvisaron todas las noches con músicos locales. Para la
producción fueron a lo seguro, al 5° pepper según ellos, Rick Rubin, con quien
trabajan desde Blood Sugar Sex Magic. Y también, para recuperar mística, lo
grabaron en el mismo estudio donde registraron Californication, quizás su
último gran álbum.
El resultado: ellos declaran que son una nueva banda
pero con el nombre de siempre. Hay algo, un poquito de cierto en eso, en I’m
With You se puede advertir el estilo que ya patentaron tan bien, pero con
algunos toques, algunos intentos de renovación. Y es en esos tramos donde el
disco pasa a valer la pena, cuando experimentan, aunque sea en menor medida de
la que prometen. Para ser un trabajo con todo el contexto antes descripto, es
más que digno, es un gesto de salud por parte de los Peppers, de decir acá
seguimos. Aunque está muy lejos de ser parte de sus mejores trabajos y la
incógnita sobre cuándo se agotarán las posibilidades de abrir el espectro
musical para ellos y ofrecer algo nuevo o algo realmente contundente, sigue
abierta.