Lo nuevo de una banda que lleva un largo trecho
recorrido en el mundo del rock, casi 30 años. I’m with you, el 10° disco de unos
muchachos que suelen tomarse su tiempo entre lanzamientos, esta vez pasaron 5
años desde el excesivo Stadium Arcadium del 2006. Periodo este particular y sin
dudas uno de los más definitivos para los muchachos de California. En el medio
hubo un parate de 2 años, debido al agotamiento físico y mental que declaraban
todos, diciendo que desde Californication (1999) no habían parado de girar y
tocar. Ahí aprovecharon para cumplir proyectos personales, Flea se dedicó a
estudiar teoría musical en la
Universidad de Carolina del Sur, el batero Chad Smith grabó y
salió a tocar con su supergrupo Chickenfoot (con los ex Van Halen Sammy Hagar y
Michael Anthony, junto a Joe Satriani!); y el talentoso Frusciante finalizó su
décimo trabajo en solitario.
A partir de la decisión de John Frusciante de alejarse
del grupo que tanto resultado le daba, hastiado por las giras y quizás, por
tocar siempre lo mismo, como dije la carrera de Frusciante como solista es más
que fructífera, Kiedis y compañía se encontraron ante el gran enigma: ¿qué
carajo hacemos?. No contemplaron la alternativa de separarse, no al menos él y
Flea, el par de amigotes que fundaron la banda. ¿Como lo resolvieron? Echando
mano a lo conocido, a lo que tenían cerca, a uno que pensaron bien podría
integrarse a esa familia amorosa que ellos definen como Red Hot Chili Pepperas.
Tamaña responsabilidad recayó entonces en Josh Klinghoffer, amigote, alguien
muy cercano a la banda y que ya venía tocando junto a ellos hacía un tiempo, en
las presentaciones de Stadium Arcadium, ensamblándose muy bien con Frusciante,
a quien nunca pensó iba a reemplazar. Acerca de esto Flea dijo “John es
irremplazable, nadie va a venir acá a hacer lo que él hacía, pero Josh hace lo
que Josh hace y lo hace de una manera hermosa”. Aaaaaay. Tierno.
Con respecto a la composición del álbum, sostienen que
“antes era más toco, listo y me voy” y que ahora las canciones fueron más
pensadas, esto debido también a los nuevos conocimientos incorporados por Flea
en su paso por la universidad. También las diferencias pasan no solo por el
hecho del cambio de violero y de estos estudios de Flea sino también por
experiencias personales, como el viaje que él compartiól junto a Josh con el
grupo África Express, organizado por Damon Albarn, con el cual viajaron por Etiopía
y tocaron e improvisaron todas las noches con músicos locales. Para la
producción fueron a lo seguro, al 5° pepper según ellos, Rick Rubin, con quien
trabajan desde Blood Sugar Sex Magic. Y también, para recuperar mística, lo
grabaron en el mismo estudio donde registraron Californication, quizás su
último gran álbum.
El resultado: ellos declaran que son una nueva banda
pero con el nombre de siempre. Hay algo, un poquito de cierto en eso, en I’m
With You se puede advertir el estilo que ya patentaron tan bien, pero con
algunos toques, algunos intentos de renovación. Y es en esos tramos donde el
disco pasa a valer la pena, cuando experimentan, aunque sea en menor medida de
la que prometen. Para ser un trabajo con todo el contexto antes descripto, es
más que digno, es un gesto de salud por parte de los Peppers, de decir acá
seguimos. Aunque está muy lejos de ser parte de sus mejores trabajos y la
incógnita sobre cuándo se agotarán las posibilidades de abrir el espectro
musical para ellos y ofrecer algo nuevo o algo realmente contundente, sigue
abierta.
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