En unos días,
el mes que viene, se vuelve a presentar en nuestro país Faith No More por
segunda vez desde su regreso, después del gran show que dieran en el club
ciudad el 1º de noviembre de 2009. Pasaron 14 años ya desde su última
producción de estudio, Album of the year de 1997, y por lo que parece no
piensan sacar disco nuevo por el momento.
¿Por qué sigue
siendo interesante verlos en vivo? Por varias razones. Muchas bandas vuelven a
nuestro país aunque no tengan nada nuevo que presentar, aunque “su” momento
haya pasado hace mucho tiempo, aunque no sean los integrantes originales
siquiera en muchos casos o queden pocos de los mismos y en otros casos, como
Waters, vengan a presentar material compuesto hace más de 30 años.
Este no es el
caso de Faith No More, a pesar de su sequia discográfica. Siguen vigentes por
el show que dan. Porque la banda suena súper ajustada como si no se notara el
paso del largo tiempo de parate que tuvieron, 11 años. Y porque Mike Patton es
sin dudas un privilegiado, que sigue cantando lo que quiera y como quiera,
demostrando que está entre lo más alto dentro de los cantantes de su
generación. Por voz, por técnica, por recursos y por despliegue en el
escenario. Además, tienen una gran obra por detrás, que los sustenta. 6 discos
de estudio por los cuales se convirtieron en una de las bandas más innovadoras
e interesantes de finales de los 80’s y sobre todo de los 90’s. Luego de dos
discos editados con Chuck Mosley en voz, We care a lot de 1985 y Introduce
yourserlf de 1987, es con el tercero, en 1989 y con el debut de Patton en la
voz que la rompen en serio y se dan a conocer al mundo entero. The real thing es
un discazo, uno de los mejores de la banda, por temas como From out of nowhere,
Falling to pieces, Edge of the world, el cover de Black Sabbath War pigs y, por
supuesto, su primer mega hit: Epic. Una placa que sintetiza su única
combinación de géneros, que incluye funk, rap, metal, punk, post punk, hip hop,
jazz y electrónica.
En 1992
publican Angel dust, segundo con Patton y el primero en el cual él colabora con
la composición de las canciones. Si bien el éxito comercial no fue tan rotundo
como con su antecesor, en este hay varios temas que luego se convertirían en
clásicos de su repertorio como Land of sunshine, Caffeine y los geniales
Midlife Crisis y A small victory.
En 1995 sacan
King for a day, fool for a lifetime, donde siguen demostrando que su obra iba a
ser de calidad y pareja, ya que gracias a canciones como el hit del disco
Evidence, junto a otros temazos como Ricochet, The gentle art of making enemies
y el poderosísimo Digging the grave, terminan de redondear otro gran álbum.
En 1997 con su
última producción de estudio, Album of the year, tiran los últimos clásicos que
iban a componer, Colission, Last cup of sorrow y el extraordinario Ashes to
ashes.
Por todas
estas razones, por estos discos, porque están tocando tan bien como siempre y
porque Patton es un show en si mismo que merece ser visto, es que Faith No More
sigue siendo noticia por estas tierras.
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