18 oct 2011

Faith No More


En unos días, el mes que viene, se vuelve a presentar en nuestro país Faith No More por segunda vez desde su regreso, después del gran show que dieran en el club ciudad el 1º de noviembre de 2009. Pasaron 14 años ya desde su última producción de estudio, Album of the year de 1997, y por lo que parece no piensan sacar disco nuevo por el momento.
¿Por qué sigue siendo interesante verlos en vivo? Por varias razones. Muchas bandas vuelven a nuestro país aunque no tengan nada nuevo que presentar, aunque “su” momento haya pasado hace mucho tiempo, aunque no sean los integrantes originales siquiera en muchos casos o queden pocos de los mismos y en otros casos, como Waters, vengan a presentar material compuesto hace más de 30 años.
Este no es el caso de Faith No More, a pesar de su sequia discográfica. Siguen vigentes por el show que dan. Porque la banda suena súper ajustada como si no se notara el paso del largo tiempo de parate que tuvieron, 11 años. Y porque Mike Patton es sin dudas un privilegiado, que sigue cantando lo que quiera y como quiera, demostrando que está entre lo más alto dentro de los cantantes de su generación. Por voz, por técnica, por recursos y por despliegue en el escenario. Además, tienen una gran obra por detrás, que los sustenta. 6 discos de estudio por los cuales se convirtieron en una de las bandas más innovadoras e interesantes de finales de los 80’s y sobre todo de los 90’s. Luego de dos discos editados con Chuck Mosley en voz, We care a lot de 1985 y Introduce yourserlf de 1987, es con el tercero, en 1989 y con el debut de Patton en la voz que la rompen en serio y se dan a conocer al mundo entero. The real thing es un discazo, uno de los mejores de la banda, por temas como From out of nowhere, Falling to pieces, Edge of the world, el cover de Black Sabbath War pigs y, por supuesto, su primer mega hit: Epic. Una placa que sintetiza su única combinación de géneros, que incluye funk, rap, metal, punk, post punk, hip hop, jazz y electrónica.
En 1992 publican Angel dust, segundo con Patton y el primero en el cual él colabora con la composición de las canciones. Si bien el éxito comercial no fue tan rotundo como con su antecesor, en este hay varios temas que luego se convertirían en clásicos de su repertorio como Land of sunshine, Caffeine y los geniales Midlife Crisis y A small victory.
En 1995 sacan King for a day, fool for a lifetime, donde siguen demostrando que su obra iba a ser de calidad y pareja, ya que gracias a canciones como el hit del disco Evidence, junto a otros temazos como Ricochet, The gentle art of making enemies y el poderosísimo Digging the grave, terminan de redondear otro gran álbum.
En 1997 con su última producción de estudio, Album of the year, tiran los últimos clásicos que iban a componer, Colission, Last cup of sorrow y el extraordinario Ashes to ashes.
Por todas estas razones, por estos discos, porque están tocando tan bien como siempre y porque Patton es un show en si mismo que merece ser visto, es que Faith No More sigue siendo noticia por estas tierras.

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