A 35 años de su formación, a 30 de su disco debut Damaged, recordamos a Black Flag, sus comienzos y sobre todo el momento definitivo que tuvieron como banda: el ingreso y permanencia por unos años de Henry Rollins, un personaje maravilloso que luego se convertiría además de en cantante, en compositor, periodista, escritor, comediante, conductor de radio y televisión y sobre todo agudo, irónico e inteligente observador de la realidad. Un personaje de aquellos, musicalmente identificado no solo con Black Flag si no también más adelante con la Henry Rollins Band.
¿Por qué hablar de Black Flag? Es considerada como una de las primeras bandas de hardocore-punk. Influencia fundamental para la cultura punk de estadounidense de los 80. De las primeras en incorporar en el punk elementos de otros géneros, desde el metal al free jazz, y en experimentar con otras tonalidades para sus guitarras. Banda que le dejó un legado importante a muchas otras, por citar dos Nirvana y Faith No More, entre varios grupos y músicos que luego triunfarían y hoy los citan como influencia.
Yendo a los comienzos de Black Flag, fue fundada por Greg Ginn, quien se mantuvo en el liderazgo y al frente de la banda por toda su existencia, por la cual pasaron una gran cantidad de músicos. Se formaron en Hermosa Beach, California, en 1976. Comenzaron con Ginn como violero y compositor principal y Keith Morris en voz.
El nombre de la banda surgió por una contraposición. En palabras del creador del nombre, el hermano de Ginn, el artista Raymond Pettibon, “si la bandera blanca significa rendición, la bandera negra entonces significa anarquía”. El también fue responsable de gran parte del arte de las tapas de los discos. Producían y promocionaban sus recitales ellos mismos y tocaban donde fuera: plazas, parques, colegios, casas particulares. Sus shows eran caóticos, violentos, completamente anárquicos, podía subir cualquiera a cantar una canción.
Keith Morris deja la banda en 1979, por diferencias musicales con Greg Ginn y también por su propia locura por la cocaína. (Mas tarde formaría Circle Jerks.) Y como cualquiera podía subir a cantar, lo reemplaza un fan de la banda, Ron Reyes, quien dura muy poco tiempo, se va cansado de la violencia de los shows, y lo hace en medio de una de las presentaciones. Es reemplazado por Dez Cadena, otro seguidor, que estuvo a cargo de las voces también por un lapso muy breve pero por otro tema: no era cantante, no estaba entrenado ni acostumbrado, así que en un momento la voz no le dio para más y pasó a ser violero rítmico de la banda.
Costó pero lo encontraron, insistiendo con los fans. En un show improvisado en un bar de Washington, se acerca Henry Rollins y les pide interpretar un tema. Lo dejan y a partir de ahí comienza la mejor etapa de la banda, con Rollins, quien estaría al frente por 5 años, hasta 1986. Ya con él afianzado como voz del grupo, llega su debut discográfico Damaged. En la tapa se ve al mismo Henry destrozando un vidrio de una trompada. Una gran descripción visual de lo que era el sonido de la banda. Canciones violentas, desgarradoras y shockeantes, cargadas con mensajes de inconformidad, anti autoritarismo, contra la brutalidad policial y la represión, nihilismo, frustración social, pobreza, paranoia, aburrimiento, drogas, alcohol y demás excesos.
Black Flag, una bandera de anarquía que flameó para bien de los desclasados, de los que están afuera del sistema, un grito de alerta y rebelión en medio de una realidad, que como siempre, en todo lugar y tiempo, es adversa para casi todos.
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